William pudo ver unos cielos amplios y unas llanuras que se extendían hacia el horizonte. En un breve instante terminó en pie sobre la nada. Allí no había absolutamente nada excepto llanuras infinitas bajo el cielo.
"¿No hay absolutamente nada? ¿Ni siquiera hay ríos o plantas?" dijo William perdiendo su ánimo que momentos atrás había estado por las nubes. "Tch, maldito sistema tacaño."
Era probable que se pudieran comprar las mejoras en la tienda, pero para ello debería desbloquearlas y hasta entonces no era más que una dimensión vacía con gran reiatsu.
"Colocaré el Senkaimon aquí mismo." dijo William y terminó extrayendo el edifico del sistema.
La puerta era enorme y al parecer venía con una plaza con columnas a su alrededor. El diseño le daba un aura extraña y misteriosa. Al final decidió soltar unas cuantas mariposas infernales para ver si podían reproducirse entre ellas. En cuanto al sustento, William suponía que podrían vivir a base del reishi de la propia dimensión.
No quiso perder mucho tiempo y decidió regresar o podría preocupar a sus padres si veían su cuerpo inconsciente y no abriera los ojos por mucho que lo intentasen despertar.
Al regresar gracias al sistema volvió directamente a su cuerpo. Cuando escuchó a su familia todavía sentados en la mesa suspiró aliviado.
En los siguientes días se abrió una investigación sobre los cadáveres de tres personas asesinadas brutalmente en el camino que se dirigía al hogar de William y su familia. Quien lo reportó fue Grisha Jaerger que llegó poco después.
La investigación sacó a la luz el pasado criminal de esas personas, siendo los tres un grupo de traficantes de personas que tenían tratos con el mercado negro del interior. Al final, no supieron cuales fueron las armas del asesinato ya que sería muy raro que les hubieran disparado con un cañón de los que se encontraban protegiendo los muros.
William sabía que le quedaba un año para que comenzase el descontrol de la isla Paradise.
Aunque había obtenido el Shunpo a través de la tienda, era solamente básico por lo que no era ni de cerca como el que usan los capitanes.
Cuando transcurrieron los días y la investigación comenzó a quedarse olvidada, sacó una asauchi del sistema para dársela a Mikasa. Las asauchi eran todas idénticas, con el aspecto de simples katanas básicas.
Luego de explicarle lo que tenía que hacer para dar nacimiento a su propia zanpakuto, ambos se sentaron sobre el suelo y meditaron con las asauchi sobre sus piernas mientras les iban infundiendo reishi junto a su voluntad.
William estaba nervioso porque faltaba un año y para los próximos eventos quería tener en su mano una zanpakuto. Si pudiera despertar el shikai, el cual es la primera forma de liberación de las zanpakuto, sería absolutamente genial.
Un buen shikai puede ser realmente aterrador. Aizen ya lo demostró con su shikai que altera los cinco sentidos.
"¿Cual será mi shikai?" murmuró William.
Sabía que todavía no podría enfrentarse al titán colosal ni al titán acorazado, enfrentarlos sería increíblemente peligroso con la escasa fuerza que tiene.
William había escuchado teorías sobre el shikai y el bankai de los shinigamis, nunca se confirmaron como canon pero eran verdaderamente interesantes. Se decía que el shikai se forja en base a como el shinigami se percibe a sí mismo mientras que el bankai representa la realidad de lo que es el shinigami.
Como ejemplo estaba Soi fon, la cual su shikai y bankai son totalmente opuestos. Otro caso claro es el de Zaraki Kenpachi y su shikai y bankai que iban por el mismo camino y que consiguió utilizar luego de cientos de capítulos.
"¿Cómo me percibo yo mismo?" Dijo William mientras se paraba a reflexionar.
Su propia perspectiva sobre sí mismo no terminó bien. Tenía una cara como si se hubiera comido un bicho. Tal vez en este mundo no podía ver anime ni leer mangas, pero no negaría que seguía teniendo su parte característica de otaku, además seguía siendo un chico solitario por naturaleza.
"Destruiré la zanpakuto si el shikai me sale raro." Se convenció con una gran determinación. De todas formas podía comprar otra asauchi y empezar de cero.
Después de algunos meses, William consiguió formar su zanpakuto a partir de la asauchi. La diferencia entre ambas radica en la conciencia y el aspecto. Ahora era una katana de 120cm divididos en 30 para el mango y 90 para la hoja ligeramente curva. La zanpakuto de William tuvo un diseño clásico sin demasiadas florituras o formas extrañas.
El mango era totalmente negro y la tsuba tenía grabado un patrón y diseños hermosos con dos palabras en relieve.
"¿Realidad y fantasía?" leyó los caracteres con facilidad. " Bueno, qué mas da. Me encanta su diseño simple de líneas limpias y aspecto elegante pero a su vez peligroso."
Unos días después, Mikasa también consiguió formar su zanpakuto. Su katana tenía aproximadamente el mismo tamaño que la de William, pero su mango tenía un patrón de la fruta llamada granada, lo que sorprendió a William porque recordaba que eso era algo icónico de Mikasa. En la historia original tuvo un breve flashback de aquella fruta y la hizo ponerse en pie y seguir adelante para luchar por su vida contra los titanes.
"Lo hice, hermano. Ya formé mi propia zanpakuto." dijo Mikasa con una sonrisa sincera mientras la desenvainaba para mostrársela.
"Genial, esa es mi querida hermanita. Realmente eres mi pequeña hermanita genio." respondió William visiblemente contento.
William la elogió haciendo que Mikasa se alegrara todavía más. Había que recalcar que Mikasa ya conocía algunos kidos y hasta era capaz de lanzarlos sin recitar, aunque claro estaba, ella no podría sacar todo el potencial sin recitar los encantamientos. Para William, Mikasa era una genio capaz de aprenderlo todo en la mitad de tiempo y con la mitad de esfuerzo.
Sus padres les interrogaron sobre porqué tenían espadas, ya que ellos no comprendían lo que era una katana. William decidió que ya era el momento de explicarles la verdad, dejando oculta su reencarnación y la existencia de la sociedad de almas. Les habló sobre el poder del alma, y luego de varios días, por fin les consiguió convencer para que pudieran seguir aprendiendo eso pero con condiciones.
No querían que William ni Mikasa usaran lo que estaban aprendiendo para dañar a otros, les hicieron prometer que solo lo usarían para protegerse.
Un día de esos, William ayudaba regularmente en el campo de verduras con Elias, su padre. Siempre que salía llevaba un sombrero de paja para evitar una insolación. William estaba cosechando los resultados junto a su padre cuando un sombrero de paja fue colocado sobre su cabeza.
"¿Estás bien?" dijo Elias, dejando a William desconcertado hasta que vinieron las siguientes palabras. "Matar nunca es fácil ¿sabes?"
William se quedó rígido. Lo habían descubierto.
"No se de qué estás hablando." respondió William tratando de que no se notase en su voz.
"¿Crees que tus padres son estúpidos? Unos traficantes de personas murieron de formas extrañas meses atrás cerca de nuestra casa y hace poco nos contaste sobre esas raras habilidades." dijo Elias, causando que William sintiera una gran preocupación.
"P-papá yo..."
"No diré que matar esté mal, puedo ver que lo hiciste para proteger a tu madre y tu hermana, es solo que me preocupas. Matar por primera vez siempre es difícil de superar." dijo Elias.
William no podía verle el rostro a su padre porque un fuerte brazo estaba sujetando su cabeza desde arriba mientras llevaba el sombrero de paja puesto, pero su tono implicaba mucho y las palabras hablaron por si solas. Además, William sintió la fuerza de su padre y comprendió una cosa, su padre era un Ackerman con su línea de sangre despertada.
En la historia original, Elias Ackerman fue apuñalado porque se juntaron una serie de condiciones que le hizo bajar la guardia al pensar que estaba abriendo la puerta al doctor Grisha Jaeger. En cualquier otras circunstancias, Elias podría haber eliminado a los tres traficantes de personas con sus manos desnudas.
"Si... me dio en que pensar durante unos días." respondió William, pero su mirada se volvió clara. "Tomé la vida de otros seres humanos, pero lo hice para proteger a mi familia y no hay forma de que me arrepienta por ello. No dudaré en matar si es por el bien de mi familia."
"¡Idiota!" dijo Elias apretando su agarre y presión causándole algo de dolor. "Es mejor que luches para proteger a tu familia. ¿Qué pensarían tu madre o tu hermana si escucharan que matarías por ellas? ¿Crees que se alegrarían de ello? No, no lo harían. Terminarían preocupándose y se lamentarían por obligarte a caminar por ese oscuro camino."
William comenzó a ver una nueva faceta de su padre. Ahora entendía mejor el porqué se habían mudado a una pequeña casa de madera a las afueras de la ciudad. Un Ackerman despertado era considerado como un arma letal, podría destruir a cualquier humano normal y superar la mayoría de las situaciones peligrosas. ¿Quién podría poner sus manos en lo que pertenecía a un Ackerman sin antes perder la vida? Pero su padre decidió alejarse para vivir una vida tranquila y proteger a su familia no solo físicamente sino que tambien se aseguraba de hacerlo mentalmente.
"¿Pero que haría si llegado el momento tuviera que matar?" preguntó William.
"Luchar para proteger también implica que habrá casos donde no quede de otra más que matar. Luchar para proteger, ese es el camino de los Ackerman, y espero que ese también sea tu camino."
Al sentir como se levantaba la mano que le presionaba el sombrero de paja, William miró a su padre. Seguía teniendo esa sonrisa cálida con la que pasaba sus días como padre de un par de niños.
Fue en ese momento que William llegó a una nueva resolución. No podría evitar perder Shiganshina porque no podría acabar con el titán colosal antes de que pateara la puerta, pero haría todo lo posible para proteger la puerta del muro María del titan acorazado.
Mientras su familia escapase al interior del muro María, los refugiados del pequeño distrito de Shiganshina no la pasarían tan mal como en la historia original en la que si perdieron todo el área que cubría el muro María.