La mañana después de la aparición del Duende Verde, el Daily Bugle explotó con titulares sensacionalistas. Fotos borrosas (no de Peter) mostraban el planeador destrozado y un figura misteriosa inmovilizada por telarañas. Pero fue la noticia de que el "Duende Verde" había sido identificado como el propio Norman Osborn lo que sacudió a la ciudad hasta sus cimientos. La nota anónima de Peter, junto con el testimonio de los que vieron a Spider-Man inmovilizar al villano sin violencia, condujo a las autoridades directamente al magnate.
La revelación fue un cataclismo. Norman Osborn, el brillante empresario, el líder de Oscorp Industries, ahora estaba bajo custodia psiquiátrica y legal. Los abogados de Oscorp trabajaron frenéticamente para controlar los daños, argumentando locura inducida por un experimento fallido (una narrativa que Peter, indirectamente, había ayudado a construir con su nota). Aun así, el imperio de Norman se desmoronaba. Las acciones de Oscorp se desplomaron en picada, los inversores huyeron y el consejo de administración comenzó a desmantelar sus proyectos más polémicos.
Para Harry Osborn, fue un golpe devastador. La noticia de que su padre, el hombre al que había intentado impresionar toda su vida, era un supervillano enmascarado, lo destrozó. Los reporteros acechaban la mansión Osborn, y la vergüenza se sentía como una marca. Harry se retiró, aislado del mundo, apenas asistiendo a clases.
Peter, en su forma de Peter Parker, fue el primero en acudir a su lado. No con preguntas, ni con lástima, sino con un silencio comprensivo y una presencia constante.
"No puedo creerlo, Peter," dijo Harry una tarde, mientras estaban sentados en el balcón de su mansión, viendo la ciudad que su padre había aterrorizado. "Mi propio padre... ¿un monstruo? ¿Y todo ese tiempo...?"
"Harry, tu padre estaba enfermo," Peter respondió con suavidad, evitando juzgar. "El suero que tomó lo cambió. Lo enloqueció. No era él mismo." Peter sabía que era una verdad a medias, pero era una verdad que Harry necesitaba escuchar para comenzar a sanar.
Peter no solo le ofreció apoyo emocional. Con su mente estratega, también pensó en cómo proteger a Harry de las ramificaciones legales y financieras. Sutilmente, sugirió a la tía May (que siempre se preocupaba por los Osborn) que ofreciera a Harry un lugar para quedarse si las cosas se ponían demasiado difíciles en la mansión, una oferta que Harry, por orgullo, inicialmente rechazó. Sin embargo, la semilla de que la familia Parker era un refugio seguro estaba plantada.
En cuanto a Oscorp, Peter vio una oportunidad. Con Norman fuera de la ecuación, la vasta tecnología de la empresa estaba vulnerable. Peter comenzó a monitorear discretamente el desmantelamiento de ciertos proyectos, asegurándose de que ninguna tecnología peligrosa cayera en las manos equivocadas. Incluso envió un par de "consejos" anónimos a los reguladores sobre laboratorios no autorizados o experimentos cuestionables que Norman había estado ocultando.
La caída de Norman Osborn fue caótica, pero Peter, con su inteligencia, logró mitigar parte del daño. Harry estaba herido, sí, pero no solo. Tenía a Peter a su lado, un amigo que lo ayudaría a navegar por las turbulentas aguas del escándalo. Y la ciudad, aunque conmocionada, sabía que un nuevo protector, un Spider-Man inteligente y eficaz, estaba ahí para evitar que los monstruos del intelecto y la ambición descontrolada causaran estragos sin control.