Escena 1: La trampa se activa
La noche siguiente, Edu decidió no dormir.
Sus amigos —Daiki, Mina y Tetsuo— habían aceptado su invitación a dormir en su habitación, supuestamente para ayudarlo a capturar al ente. En realidad, estaban más interesados en burlarse de su paranoia.
Daiki (tirado en el futón, comiendo galletas): —Entonces, ¿según tú, el ente invisible te respira en la cara, te pisa el pecho y ronronea?
Mina (riendo): —¡¿Ronronea?! ¡Debe ser el fantasma de un gato perdido!
Tetsuo (serio, pero con una sonrisa): —Podríamos dejar una ofrenda de sardinas, Edu. Tal vez eso lo pacifique.
Edu (cruzado de brazos): —Rían todo lo que quieran. Esta noche lo atraparé.
Edu había reforzado sus trampas mágicas, colocado polvo de detección en el suelo y preparado un círculo de energía visual, que revelaría cualquier presencia oculta al contacto.
Edu (decidido): —Esta vez, caerá.
Escena 2: El acechador aparece
Pasadas las dos de la madrugada, mientras todos dormían (menos Edu, que fingía), un ligero crujido se oyó en la ventana.
Una figura oscura y pequeña se deslizó con agilidad felina.
Paso suave.
Ronroneo bajo.
Edu contuvo la respiración. Esperó el momento exacto. Y entonces…
—¡Ahora! —gritó, activando el círculo.
Un destello de luz mágica envolvió la habitación.
Y en el centro del círculo, detenida en el aire con una sardina robada en la boca, patas hacia arriba…
…estaba Zuzu.
Zuzu parpadeó. Sus ojos dorados brillaron en la oscuridad. Y luego… miau.
Mina: —…¿E-Es una broma?
Daiki (cayendo al suelo de la risa): —¡El "espíritu oscuro" era tu gata!
Tetsuo (temblando de aguantar la risa): —¡Te acechaba todas las noches por comida!
Edu (señalándola con el dedo): —¡Ustedes no entienden! ¡Ese gato no es normal! ¡¡Ese gato… es un demonio!! ¡¡Un demonio con patas suaves y sigilosas!!
Zuzu se liberó del sello fácilmente, caminó hacia Edu con total dignidad, se sentó sobre su cabeza y comenzó a lamerse una pata como si nada.
Zuzu: Mrrrrr...
🍵 Escena 3: Amanecer con burlas
Al amanecer, los tres amigos de Edu no paraban de reírse en el comedor de la casa.
Daiki (llorando de la risa): —¡El gran Edu, portador del aura invencible, temiendo por su vida ante un gato mimado!
Mina: —¡Deberías escribir una carta de disculpa a los fantasmas por haber sospechado de ellos!
Tetsuo: —Ahora entiendo por qué te seguía. ¡Le dabas bocadillos sin darte cuenta!
Edu (comiendo con dignidad ofendida): —Rían todo lo que quieran. Pero esa cosa es más sigilosa que un asesino mágico… más despiadada que un sabueso de sombra… y más ruidosa que ustedes tres juntos cuando quiere croquetas.
Kenji (entrando a la sala, bostezando): —¿De qué se ríen?
Hinata: —Zuzu asustó a Edu por una semana entera, ¡y él pensó que era un fantasma!
Kenji parpadeó, miró a Zuzu, que estaba en su hombro ronroneando feliz, y luego a Edu.
Kenji: —¡Así que era verdad! —gritó Kenji al verla.
Hinata soltó una carcajada.
—¡Tanto misterio, y al final era ella la que te seguía como sombra!
—¡Lo sabía! —Edu se tiró en la cama, tapándose la cara— ¡Pasé toda la semana pensando que me acechaba un asesino mágico, y era mi gata acosadora!
—¿Recuerdas cuando decías sentir pasos detrás tuyo en la biblioteca? —añadió Hinata— Y cuando se movía tu comida antes de que la tocaras…
—¡Eso fue Zuzu! ¡Todo encaja!
Zuzu se estiró con elegancia, completamente indiferente a las acusaciones. Su mirada decía: Claro que era yo. ¿Y qué vas a hacer al respecto?
Todos estallaron en carcajadas.
—No cambies nunca, Zuzu —susurró Edu, acariciando su lomo.
Zuzu: Miaaaau.
Escena Final: Risas bajo el sol
Mientras el sol ascendía sobre la academia Yureisyn, los cuatro amigos se alejaban entre risas.
Daiki: —Oye Edu, ¿qué prefieres para la próxima noche? ¿Otro ente misterioso o una invasión de ratones mágicos?
Edu: —Prefiero una invasión de demonios reales antes que otra noche con Zuzu encima.
Mina: —¡Eso sonó peligroso!
Edu: —No, lo peligroso es lo que pasa cuando a Zuzu se le acaban las croquetas…
La cámara se aleja mientras Zuzu los sigue desde los tejados con un salto ágil, ronroneando… y planeando su siguiente ronda de visitas nocturnas.