Escena 1: Meses después...
Han pasado más de tres meses desde que Edu, Kenji y Hinata ingresaron a la Academia Yureisyn.
Y para Edu Hoshino, cada día era una mezcla de maravilla, caos… y garras.
Zuzu, su gata de ojos Dorados, se había convertido en una leyenda no oficial en los pasillos. Todos hablaban del "espectro felino" que aparecía en los techos, robaba comida de los dormitorios e incluso había asustado a un profesor durante una clase de meditación mental.
La leyenda de Zuzu creció como una plaga adorable e imparable:
—Se le apareció en plena concentración y le maulló en la cara —contó un estudiante—. ¡El tipo gritó como una banshee y se cayó de su cojín flotante!
—"¡La vimos salir del dormitorio de profesores cargando una empanada entera en la boca!"
—"¡Se durmió encima de la directora durante la ceremonia!"
—"¡Robó cinco calcetines de distintos dormitorios y los colgó como banderas en el asta central!"
Y por supuesto, la víctima favorita seguía siendo el mismo de siempre…
Edu enterró la cara en su cuaderno mientras todos lo miraban con sospecha.
Escena 2: Rumores, nervios y expectativas
En los salones y corredores se respiraba un ambiente diferente.
Se hablaba de un gran torneo, un evento que no solo evaluaría las capacidades mágicas, físicas y mentales de los estudiantes, sino que además sería presenciado por los reyes y líderes de los reinos más poderosos del continente.
Profesor Ryokuro (con voz grave y solemne): —Este no es un simple torneo. Las pruebas están diseñadas para revelar el verdadero potencial... y también los miedos más profundos de los participantes.
—A partir de hoy, todos se entrenarán en equipos. Las afinidades serán evaluadas y sus vínculos puestos a prueba. Los que no logren adaptarse… serán descartados.
El silencio fue absoluto.
Daiki (susurrando a Edu): —Descartados... ¿eso es una forma elegante de decir que nos van a suspender o… a matar?
Edu (con una gota de sudor): —No quiero averiguarlo.
Escena 3: Formación de equipos y nuevas amistades
Durante los entrenamientos especiales para el torneo, a Edu, Kenji y Hinata les asignaron diferentes compañeros temporales con quienes debían colaborar para superar obstáculos, resolver acertijos mágicos y dominar técnicas en conjunto.
Fue en estas sesiones donde conocieron a algunos nuevos personajes que pronto se convertirían en amigos importantes:
Rika Kanzaki – Chica de cabellos cortos azules y actitud fría pero brillante en estrategia.
Haruto Yamada – Guerrero bromista, de energía explosiva, capaz de manipular fuego con movimientos salvajes.
Kiyo – Una niña muda con una afinidad misteriosa con la tierra, que solo se comunica a través de dibujos mágicos.
Edu (tras vencer una prueba con Haruto y Rika): —No pensé que trabajar con otros fuera tan útil.
Rika: —Lo que no sabes, te debilita.
Haruto: —Y lo que no explota, se lanza más fuerte.
Escena final: Una carta inesperada
Al regresar a su habitación después de un agotador día de práctica, Edu encontró sobre su cama un sobre cerrado con un sello familiar.
Zuzu, que dormía cómodamente sobre su almohada como si fuera suya, soltó un bostezo y ni se inmutó cuando Edu lo apartó con una mano.
Abrió el sobre con los dedos temblorosos.
"Mi querido Edu:
Hemos recibido noticias del torneo y no podíamos estar más orgullosos. Tu padre está hablando de ti a todos los visitantes como si fueras un general veterano.
Hinata y Kenji nos escriben mucho, pero tú no tanto, así que esperamos que estés bien (y que Zuzu no te haya matado todavía).
Tenemos algo importante que decirte… pero será mejor hacerlo en persona.
La familia Hoshino estará presente en la ceremonia de apertura del torneo.
Con amor,
Mamá."
Edu se quedó quieto.
Por primera vez en mucho tiempo, una ola de calor invadió su pecho. No era magia… era algo más profundo.
Zuzu se acercó, se frotó contra su brazo y maulló suavemente.
Edu (con una sonrisa leve): —Así que... vienen a verme, ¿eh?
El cielo nocturno se iluminaba con fuegos artificiales mágicos que marcaban el inicio de los preparativos finales.
La calma antes del caos.