Morioh – Noche
El cielo de Morioh estaba limpio, pero algo invisible y oscuro flotaba sobre sus calles. La noche tenía un peso. Una presencia. Como si el aire mismo estuviera aguardando que alguien cometiera una falta imperdonable.
Leo avanzaba por una senda vacía, sin que sus pasos perturbaran la quietud. Sus ojos, medio cerrados, observaban más allá de lo inmediato. Percibía la tensión narrativa que comenzaba a colapsar sobre sí misma. Entonces, la interfaz del sistema se activó con una intensidad que no había experimentado antes.
[ALERTA: Influencia narrativa excede umbral de estabilidad]
[Impacto detectado: Comportamientos anómalos en personajes clave]
[Alteraciones fuera de cronograma: Koichi Hirose, Jotaro Kujo, Hayato Kawajiri]
[Consecuencia probable: Fragmentación estructural del universo anfitrión]
Leo se detuvo bajo un poste de luz, bañado por la tenue luminiscencia amarillenta. El viento movía apenas las hojas en el asfalto, pero el silencio era demasiado perfecto.
—Ya lo sabía —murmuró con voz baja, casi para sí—. Tanta exposición... tanta presencia. Era cuestión de tiempo.
[Solución recomendada: Reasignación de rol grupal mediante control narrativo directo]
[Objetivo sugerido: Kishibe Rohan]
[Justificación: nodo creativo con potencial disruptivo]
[Habilidad requerida: Heaven's Door]
[Estado de Rohan: Mortal. No apto para absorción directa]
Leo apretó los dientes. El sistema no lo estaba guiando hacia una decisión. Lo estaba empujando.
—Entonces... para obtener el don del creador, debo quebrar su pluma.
[Confirmación: Para absorber habilidades de entidades mortales, es necesaria su muerte.]
El mensaje se quedó suspendido frente a él por unos segundos más... hasta que Leo lo cerró.
Y se dirigió al hogar del artista.
Estudio de Rohan – Medianoche
Las lámparas fluorescentes zumbaban débilmente. Kishibe Rohan dibujaba a ritmo frenético, cada línea cargada de algo más que tinta: sospecha. Incomodidad. Un rostro que no lograba sacar de su mente. Un nombre escrito en los márgenes de sus bocetos: "Leo".
—Sé que estás ahí —dijo sin dejar de mover el lápiz—. Me sigues desde hace días, ¿no?
Leo emergió desde la penumbra como si hubiera estado impreso en la pared.
—Rohan Kishibe. Hombre que dibuja mundos y los llena de reglas. Hoy... tus reglas acaban.
Rohan se puso de pie. El sudor comenzaba a acumularse en su frente. Pero no retrocedió.
—¿Qué quieres?
Leo se acercó. The Archive Over Void se manifestó detrás de él, flotando como una presencia ominosa. Las páginas, suspendidas en el aire, vibraban con una luz espectral.
—Tu Stand. Tu habilidad de reescribir el alma. La necesito. Para estabilizar este universo. Para corregir lo que yo mismo he deformado.
Rohan invocó a Heaven's Door. Su cuaderno se abrió, y las letras vibraron. Estaba listo para defenderse.
—No te lo permitiré. ¡Heaven's Door!
Leo reaccionó en el mismo instante.
—The World Over Heaven.
El tiempo se congeló. Todo sonido fue devorado por el vacío blanco. Leo se aproximó a Rohan, que quedó petrificado, el movimiento apenas comenzado, su rostro congelado en una mezcla de ira y miedo.
Extendió la mano para absorber.
[ERROR: Entidad mortal. Absorción denegada.]
Leo se quedó inmóvil. Su brazo suspendido frente al pecho de Rohan.
—¿Entonces... es esto lo que exige el poder? ¿Sangre? ¿Una historia con final?
[Confirmado: Solo los inmortales pueden ser absorbidos sin destrucción.]
[Condición de absorción de habilidad: Muerte física del objetivo.]
Leo cerró los ojos.
Y algo dentro de él —algo que no era del todo suyo— sonrió.
Kars, con su lógica quirúrgica.
DIO, con su desprecio divino.
Ambos susurrando desde las grietas de su alma.
Abrió los ojos. Ya no había vacilación.
Sacó una hoja de The Archive Over Void. Una página blanca... que brillaba con un resplandor narrativo contenido.
—Rohan... tu historia merecía seguir. Pero los autores ya no existen. Solo quedo yo.
Insertó la hoja en el corazón de Rohan como un bisturí de tinta. El artista tembló. Un espasmo de energía recorrió su cuerpo. Su Stand gritó en silencio.
Los ojos de Rohan buscaron sentido, pero solo encontraron una sombra:
—¿Qué... eres?
Leo lo miró con una calma gélida. Ya no había solemnidad, ni culpa. Solo una certeza sin alma.
—Soy el lector final. El que decide qué páginas merecen quemarse.
Rohan colapsó.
Y con su último aliento, la tinta de su vida fue absorbida por The Archive Over Void.
[Habilidad adquirida: Heaven's Door – Estado fragmentario]
[Memoria de objetivo: Sellada]
[Interferencia narrativa: estabilizada temporalmente]
Leo no dijo más.
Solo cerró el cuaderno.
Y se fue caminando, mientras las luces del estudio de Rohan parpadeaban... y se apagaban.
Casa Kawajiri – Esa misma noche
Hayato sostenía la cámara con las manos temblorosas. El reloj marcaba las 3:00 a. m. En el pasillo, su padre silbaba. Un sonido que ya no podía asociar a un humano.
El niño apretó los dientes. No podía más.
Iba a grabarlo.
Iba a demostrarlo.
Aunque fuera lo último que hiciera.
Leo, desde un tejado, observó cómo una nueva grieta se formaba en la historia.
Rohan estaba muerto. Nadie lo sabía aún.
Pero él ya no era una variable.
Y con Heaven's Door en su poder, Leo comenzaría a reescribir desde adentro.
Uno a uno.
Hasta que nadie recordara que alguna vez esta historia... fue de otros.