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Chapter 20 - EL COMIENZO DE TODO: El dia de la asunción de Calenmir - parte 4

Entonces, ella se dio cuenta de que cualquier persona en este mundo mataría por obtener el bastón del rey Tordontos.

 

—¿Pero qué es la Lagstone? —se preguntó el general Amanon.

 

—La Lagstone es una de las tres reliquias que sobrepasan cualquier poder que hayan visto: la Lagstone, la Igstone y la Megacryston. La Megacryston proporciona un poder más allá de lo imaginable; se dice que aquel que la posee tendrá una potencia sin límite alguno. La Igstone es una piedra mágica que aumenta la masa muscular, haciéndola resistente a cualquier golpe, conjuro o sello, otorgando resistencia y fuerza bruta —explicó la reina.

 

—¿Y la Lagstone, Su Majestad? —insistió Amanon.

 

—… Nadie lo sabe… Por eso es tan codiciada y, justo por eso, la usaremos a nuestro favor —respondió Calenmir, y continuó—: Amanon, ¿qué propones para la conquista de Eldoria?

 

—Sabemos que las bestias de Eldoria no representan una amenaza para nadie. Son menos fuertes e imponentes que sus hermanos que están hasta el otro lado del mundo, en Emberfall. Les falta estrategia, son impulsivos, les cuesta organizarse o mantener estructuras sociales complejas. Así que, si ideamos un plan para cazarlos en una emboscada, los mataríamos por grupos y sus tierras y minerales serán nuestros, Su Majestad —propuso Amanon.

 

—La idea no es matarlos a todos, lord Agarrond. Se trata de conquistar sus tierras y sus bienes, no sus vidas —rectificó Calenmir con firmeza.

 

—Oficial de estrategia, señor Caelor Nythalen, de rango 4 —intervino la reina, describiéndolo—. Es frío, lógico y certero. Si sus números dicen que el reino ganará, es porque ganará. Usa inteligencia basada en datos que recibe de los espías del reino para calcular el poder ofensivo y defensivo del ejército de un reino. El reino de Zephyria tiene un poder militar de 30,782.5 Keros, un cálculo dado por el poder acumulativo de las tropas, armaduras, armas y artefactos.

 

—¿Y la de los eldorianos, Su Majestad…? —preguntó Caelor.

 

—Bestias —rectificó duramente la reina al nuevo oficial de estrategia.

 

—Bien, discúlpeme. Las bestias tienen una fuerza de 4,690 Keros, pero no es de confiar. Los Grises dicen que han encontrado un botín de más de 10,000 artefactos. Si los theriantropos emboscan o combaten en terreno selvático o montañoso, podrían aplicar ataques de guerrilla. Pero en combate directo, no tienen opción de victoria sin apoyo externo o una ventaja mágica decisiva —explicó Caelor.

—Gracias, Caelor. Son peligrosos en escaramuzas, pero no en guerra frontal. Lo que ellos no tienen, lo tienen los humanos: saber unirse. Tenemos 30,000 tropas, un 6.5 veces más poderosos que ellos, ¿verdad? —preguntó Calenmir.

 

—Así es, Su Majestad —afirmó Caelor.

 

La reina Calenmir se quedó pensativa durante varios segundos que se alargaron a minutos y pidió que todos se retiraran, excepto su consejera Sindra, su general Amanon y, obviamente, uno de sus protectores más cercanos, Minimus.

 

Ella miró hacia los lados, juntó los dedos índices de costado, los separó y pronunció:

 

—¡Far!

 

Desde el centro de su cuerpo se expandió una barrera insonora que no dejaba pasar el sonido, un conjuro básico para silenciar conversaciones desde afuera, pero no desde dentro de la barrera. Miró a sus vasallos y comenzó:

 

—Recuerdo cuando era niña, vulnerable y fácil de manipular… Pero gracias a mi abuela pude ver el mundo de otra manera. He visto más allá de la pared que nos mantiene cautivos y esclavos de la pobreza. He tomado conciencia de que somos una raza orgullosa y poderosa, pero con todos nuestros defectos. Me di cuenta de que, siendo descendientes de la sangre de los supaibi, siempre debimos gobernar sobre el mundo… Y… y es… es justo lo que haremos. Quiero apropiarme de lo que es nuestro: la gema de la realidad. Y si tenemos que atravesar el infierno de la corrupción para obtenerla, lo haré. Proclamarán el dominio de los elfos sobre la tierra, y niños y adultos alabarán mi nombre —declaró la reina, regocijándose en sus sueños.

 

Volvió a fijar sus ojos distintivos en Sindra y le preguntó qué pensaba al respecto y qué proponía hacer.

 

—Con su permiso, Su Majestad. Sería un error no usar a sus aliados como rehenes para llegar a sus fines, sobre todo en falta de armas y materiales —respondió Sindra.

 

—¿Entonces qué me recomiendas para mantenerlos a raya e interesados? —preguntó Calenmir.

 

—Sugiero usar a nuestro enemigo más cercano en su contra —propuso Sindra.

 

—Interesante. Me gusta la idea —respondió la reina.

 

Acto seguido, la sugerencia de Sindra a Calenmir, que justamente pareció gustarle mucho, fue usar el peligro inminente del Bosque de los Siete Reinos en contra de los otros reinos. Era un muy buen plan: Zephyria, al ser el único reino que retiene el verdadero paso de la corrupción hacia reinos como Montesis y Eldoria, tiene todas las cartas en su mano. Las Pantallas de Eldoria son propiedad del reino de Zephyria.

 

Si logra conquistar el reino de Eldoria, tendrá control sobre el eldorium de los theriantropos, lo que implicaría que el estado soberano de Miwova, como potencia militar y económica, estaría muy enojado, al igual que el reino de Midpass. Esto sería como quitarle el pescado de la boca al lobo, un pescado casi de oro que les permite mejorar sus armas. Los elfos lo usarían, y nada podría impedir que se apropiaran de todo este botín justo al lado de ellos.

 

Más tarde, Calenmir le permitió una fuerza de 10,000 Keros a Amanon para que negociara con el rey de los theriantropos de Eldoria. Le mandó un mensaje directo: si no aceptaban los términos, podrían escoger entre bajar las Pantallas que impiden el paso de la corrupción sobre los eldorianos o aceptar que sus bienes, sus tierras y todos los minerales fueran anexados como parte de Zephyria, dejando en claro que su gente no les interesaba en absoluto, solo sus recursos.

Jerarquía entre los elfos, humanos y por rangos:

División OMEGA

Gran Caballero (El líder supremo de todas las divisiones, casi una figura legendaria) de rango 8. 

 

Primera División (Élite)

Grupo de 7 Guerreros de rango 7. 

 

Segunda División (Intermedios)

Grupo indefinido de Guerreros de rango 5. 

 

Tercera División (Base de la Orden)

Equipo indefinido de guerreros de un rango indefinido, pero solo los de rango 4 en adelante son aceptados:

Equipo de Escuderos de Guerra (Aspirantes a caballeros en formación avanzada). Legión de la Llama (Caballeros que forman el grueso de las fuerzas militares). Equipo de Exploradores del Alba (Rastreadores y expertos en misiones de reconocimiento). 

 

Niveles de Iniciación o Novatos

Escuderos de Bronce (Nivel más bajo, quienes aspiran a ser caballeros y realizan tareas menores). Adeptos del Juramento (Novatos que han pasado su primera prueba y ahora tienen un mentor). Guardias Errantes (Enviados a misiones pequeñas para probar su valía antes de ascender). 

 

Roles Especiales o Divisiones Alternativas

Forjadores del Destino (Maestros herreros y armeros que crean las armas legendarias). Alquimistas de la Orden (Estudiosos encargados de pociones, remedios y armas químicas). Los Grises (Fuerza independiente que opera fuera de la jerarquía, conocidos por resolver conflictos internos y externos, algunos actuando como espías para misiones de sabotaje o recopilación de información sensible).

 

Terminando de explicar ese punto, el rey de las bestias, portando el título distintivo entre su raza como Drottvarg, el rango más alto, suele ser representado por un rango 8, aunque su líder, Bashota, apenas llega al rango 6.

 

Esto deja en desventaja a los theriantropos de Eldoria, ya que semanas después de la incursión y la declaración de guerra, el mundo entero recibió la noticia de que Eldoria fue invadida por los zephyrianos y que, de ahora en adelante, los territorios de Eldoria fueron considerados una parte más de Zephyria. Frente a esto, ninguna de las bestias se resistió por miedo a represalias contra su gente, un acto que, más tarde, enojaría a muchos otros reinos. Cada uno de ellos pediría explicaciones, pero la reina Calenmir, básicamente, no les daría la mejor respuesta.

 

La economía mundial se vio afectada: el mercado de los metales subió una barbaridad, lo que implicó un encarecimiento en la creación de artefactos, armas y suministros debido a los altos precios de exportación de los elfos, especialmente hacia sus enemigos como el Estado Soberano de Miwova, el Reino Imperial de Midpass y, más aún, hacia sus enemigos más letales: los hermanos de sangre de los eldorianos, los theriantropos del gran bloque suroccidental, Emberfall. Precisamente, su Drottvarg, Agmnar, no es una bestia nada débil como los eldorianos. Es tan fuerte y peligroso como el rey Mo de Miwova, y se dice que el poder del rey Mo fácilmente arrasaría con 50,000 hombres él solo en un solo ataque. Esa es la fuerza sangrienta de un rango 8.

 

Agmnar promete la guerra a los elfos por su osadía en querer esclavizar a sus hermanos. Sin embargo, al estar al final del mundo, encuentran difícil navegar por los mares para atacar a los elfos o pasar por las tierras de los humanos, sea Miwova o Astoria. Los theriantropos no son bien vistos por las otras razas; son la clase más marginada y apartada del comercio y la sociedad mundial.

 

Aunque, después de tres semanas del suceso, el mundo cambió rápidamente. Se dividió en dos bandos, como lo predijo la reina Calenmir. El bando K, teniendo como miembros al Reino Imperial de Midpass, con el rey Wileon Mordred a la cabeza, y al Estado Soberano de Miwova, dejando en claro las intenciones del rey Mo de defender sus intereses en los metales preciosos que conseguía a buen precio de manos de los eldorianos, sobre todo el preciado eldorium. Aunque el Reino de Eldoria está siendo ocupado y sus tierras explotadas, forman parte de manera clandestina de la alianza del bando K, con el objetivo de tumbar a su enemigo principal, el Reino de Zephyria, y sus planes imperialistas, declarando a la reina como tirana.

 

Pero los que parecen dominar el terreno y tener todo en sus manos para ganar son los del bando L, la alianza formada por la Gran Monarquía de Astoria, el Reino de Montesis y el Estado de Zephyria (ahora llamado Reino de Zephyria). Los zephyrianos, al tener básicamente el control de los recursos más importantes para crear y mejorar armas, artefactos y armaduras, y el poder de venta sobre un material tan raro como el eldorium, tienen una buena jugada. Su plan es monopolizar las abundantes minas de metal azul que se encuentran en su paso desde el temible Bosque de los Siete Reinos hasta el Reino de Tordontos, y recuperar la gema de la realidad, la codiciada Lagstone.

 

 

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